La vida media de los sacos es de 10 años, este dato es orientativo y permite sensibilizar al usuario de la necesidad de realizar un mantenimiento regular del biofiltro BIOROCK.
En el norte de Europa tenemos instalaciones en servicio desde hace 20 años que funcionan muy bien con los sacos originales, por consiguiente, sabemos que con un buen mantenimiento, la vida de los sacos de sustrato es superior a los 10 años estimados.
El medio filtrante BIOROCK, de origen mineral, es un material inerte que no se degrada con el tiempo y mantiene sus características si el sistema de tratamiento se mantiene adecuadamente.
En las recomendaciones de mantenimiento, se recomienda una inspección anual para garantizar que el sistema funciona correctamente. El protocolo de inspección se describe en la guía del usuario.
Los procedimientos de inspección son sencillos, pero se recomienda que el mantenimiento preventivo sea realizado por un profesional, ya que el contacto con el efluente presenta un riesgo bacteriológico importante, y los gases producidos en el tanque primario pueden ser peligrosos para la salud.