El lecho filtrante es de naturaleza mineral, un material inerte que no se degrada con el paso del tiempo, guardando sus características. Si se realiza el mantenimiento recomendado la vida media del sustrato es de unos 10 años.
Por el contrario, si se descuida el mantenimiento del equipo y una contaminación accidental del lecho filtrante daña la eficacia de la depuración de la unidad de tratamiento, los sacos de sustrato deberán ser cambiados antes de lo previsto.
El profesional que le reemplace los sacos podrá indicarle qué hacer con los residuos en función de las regulaciones y normas locales. En todo caso se trata de residuos inorgánicos inertes que pueden ser reciclados o bien tratados como residuos.