La grasa y los depósitos flotantes que se originan principalmente a partir de las actividades habituales, como lavar ropa y cocinar, tienden a asentarse y endurecerse en las tuberías de drenaje por donde discurren, entre la casa y la fosa séptica, cuando la actividad es muy pequeña o inexistente. Este problema es común a todos los sistemas de drenaje y va en función de la estructura de la instalación (pendientes, distancias, etc.). Su instalador le podrá aconsejar a fin de establecer puntos de observación que le permitan intervenir fácilmente para resolver obstrucciones.
Para la fosa séptica: Cuando vaya a producirse el cese de la actividad simplemente rociar el prefiltro con agua clara (el cepillo situado en el conducto de salida de la fosa séptica) para evitar que las materias acumuladas en el mismo se endurezcan y lo colmaten. En función de la instalación, si existe un separador de grasas éste deberá ser vaciado antes del cese previsto de actividad. Estas precauciones son aplicables a cualquier sistema compatible con paros prolongados.
La unidad de tratamiento BIOROCK: No se verá afectada ya que solo los efluentes pretratados, libres ya de grasas, llegan a la unidad. Convendrá simplemente realizar una inspección visual todos los años tal y como indica nuestro Manual de Funcionamiento. En la puesta en marca, después de más de seis meses de inactividad, es recomendable dejar fluir agua clara a través del sistema hasta el biofiltro para comprobar que se distribuye uniformemente a través del repartidor y, por otro lado, re-humedecer el sustrato filtrante BIOROCK. NO utilizar ningún tipo de aditivo activador de bacterias.
Si contrata un profesional para realizar el mantenimiento anual del equipo, asegúrese de que conoce las directrices que marca el Manual de Mantenimiento BIOROCK. Ante cualquier duda sobre cómo proceder pónganse en contacto con nosotros.