En el Manual de Instalación se recomienda dejar un metro de distancia entre el tanque primario y la unidad de tratamiento, dejando así espacio suficiente para poder realizar correctamente el conexionado de las tuberías. En todo caso la distancia no será nunca inferior de 30 cm, espacio necesario para el correcto rellenado de la instalación.
Por otro lado, la distancia entre las unidades puede ser superior siempre que entre ellas se mantenga la pendiente necesaria para que el agua a tratar fluya por gravedad sin problemas.