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Averías en fosas sépticas y pozos de absorción

Averías en fosas sépticas y pozos de absorción

Posted on 30 mar 2015 by Fabian Belin

La mayoría de las fosas sépticas y los pozos de absorción tienen problemas, normalmente relacionados con el atasco de las tuberías de desagüe o con el desbordamiento de la fosa séptica, lo que hace que el efluente se filtre a las acequias y contamine el medio ambiente. La mayoría de las veces, los problemas de la fosa séptica tienen que ver con el sumidero y no con la propia fosa séptica.

El fallo de los pozos de absorción depende de varios factores, como el mantenimiento de la fosa séptica, el tipo de suelo, la calidad del suelo, la altura de la capa freática y también las especificaciones del propio sistema séptico.

Los signos más comunes de un fallo del pozo de absorción son la acumulación de efluentes en la superficie del suelo o los malos olores procedentes de la fosa séptica o los desagües, pero también la contaminación visible de las zanjas y los arroyos cercanos, la lentitud de las descargas de los inodoros o los sonidos de gorgoteo de los desagües, el desbordamiento de los inodoros, las duchas o las bañeras y los desniveles en la superficie del suelo cerca de la fosa séptica y los desagües.

Cualquiera de estos signos: levante las cámaras de inspección de los desagües para comprobar si hay algún efluente estancado en ellas. Las cámaras de inspección de los desagües deben fluir con claridad y sin acumulación de material.

  • Las principales razones por las que fallan las fosas sépticas y los sistemas de alcantarillado

Razón 1: Mantenimiento deficiente de la fosa séptica

Lamentablemente, la mayoría de las fosas sépticas reciben un mantenimiento deficiente, ya que los propietarios suelen creer erróneamente que están ahorrando dinero. Por ejemplo, las fosas sépticas de fibra de vidrio en forma de cebolla tienen un efluente de menor calidad que las fosas sépticas tradicionales de hormigón y ladrillo de dos cámaras.

Las fosas sépticas tienen una capacidad de almacenamiento de 12 meses de lodos, por lo que es necesario vaciarlas al menos una vez cada 12 meses. La porosidad del suelo es muy reducida si los lodos son arrastrados al sistema de absorción. Esto impedirá que el efluente se empape.

Razón 2: Profundidad del sumidero equivocada después del sistema séptico

La sección H de las normas de construcción 1.39, que establece: "Los campos de drenaje deben diseñarse y construirse para garantizar el contacto aeróbico entre el efluente líquido y el subsuelo". Desgraciadamente, la mayoría de las fosas sépticas modernas con forma de cebolla y de fibra de vidrio tienen niveles de salida que se sitúan a más de un metro por debajo del suelo, lo que da lugar a un pozo de absorción con condiciones anaeróbicas después del sistema séptico.

Los pozos de absorción de las fosas sépticas deben construirse en un suelo que contenga oxígeno. Este suelo "aeróbico" sólo se encuentra en el primer metro superior del suelo. El suelo actúa como medio para dispersar el efluente, además de utilizarse como parte del sistema para descomponer y digerir el efluente a tratar. Este tratamiento de las aguas residuales lo llevan a cabo las bacterias aeróbicas del suelo.

Esta es la razón por la que la profundidad del pozo de absorción no debe ser superior a un metro por debajo del nivel del suelo, incluyendo el lecho de grava de 300 mm normalmente presente debajo de la tubería para evitar que el pozo de absorción intente funcionar en condiciones anaeróbicas.

Existe un tipo diferente de bacterias que producirán un limo que reducirá la duración de la vida del pozo de absorción en lugar de descomponer el efluente, lo que llevará a la reducción de la porosidad del suelo. Esto ocurrirá en condiciones "no aeróbicas" y debido a la falta de oxígeno.

Motivo 3: Tipo de suelo y/o nivel freático

Los suelos arcillosos y de base arcillosa tienen poca porosidad: es imposible dispersar el efluente del sistema séptico de forma satisfactoria en estos suelos no porosos. Los pozos de absorción pueden fallar a menudo en los primeros 5 años de su vida en estos suelos de mala porosidad.

El exceso de sodio (sal procedente de detergentes como los polvos de lavar o, a veces, de la cocción de verduras) en suelos arcillosos y/o con partículas finas de limo puede provocar una reacción denominada ligazón de sodio: las partículas de arcilla se unen entre sí, lo que da lugar a la formación de una capa impermeable a lo largo de la zanja de drenaje.

En estos suelos de mala porosidad se pueden encontrar altos niveles de sólidos en suspensión -más de 1200 mg por litro, similares a los niveles que se pueden encontrar en las unidades de tratamiento de aguas residuales en mal estado-, lo que provoca la reducción de la vida útil del pozo de absorción. La porosidad también se verá reducida en los suelos arenosos por el alto nivel de sólidos en suspensión y el limo negro que se crea como resultado del proceso anaeróbico.

Cuando la capa freática es más alta que el nivel de salida de la fosa séptica, lo que ocurre especialmente en invierno, el pozo de absorción rellenará la fosa séptica. Este proceso puede hacer que las cámaras de asentamiento de la fosa séptica se mezclen con el efluente clarificado. La porosidad del suelo se verá entonces reducida por un efluente resultante lleno de sólidos.

Motivo 4: Construcción de fosas sépticas y capacidad del sistema séptico

Los pozos de absorción están diseñados para hacer frente a un determinado volumen de aguas residuales diarias. Un aumento en el volumen de aguas residuales producidas implica que el pozo de absorción sea rediseñado para adaptarse a la nueva capacidad de tratamiento necesaria.

El entorno corrosivo de la fosa séptica puede deteriorar las piezas metálicas, pero también las juntas de mortero con el paso del tiempo. Esta corrosión del sistema séptico incluye las partes internas, como las aletas, las varillas y los puntales metálicos y los pernos de las fosas sépticas tipo "cebolla", así como las juntas de las fosas sépticas construidas con ladrillos. Esta acción corrosiva puede provocar un colapso interno del sistema séptico, lo que lleva a un aumento drástico de los sólidos en suspensión en el efluente final, haciendo que el pozo de absorción falle poco después. Por tanto, la fosa séptica es incapaz de clarificar las aguas residuales.